El lunes, día 5 de septiembre, me llego la terrible noticia de la perdida de Carla. Después de mucho batallar y con las ganas de vivir siempre como bandera, no pudo sobreponerse a la cruel enfermedad que la asediada desde hacía años. De ella nos quedará esa imagen vital de quien no doblega su brazo ante la adversidad y se resiste a dejarse vencer; esas ganas de vivir, de salir victoriosa, de entender que siempre queda una última batalla en la que se ha de vencer. Hoy, por desgracia, ya no está con nosotros, pero si su huella y recuerdo. Para aquellos que tenemos fe, no hay ninguna duda de que está junto al Padre y que desde este momento será ella la que pedirá y velará por nosotros. Descansa en Paz.
SIEMPRE EN NUESTRO RECUERDO: CARLA